No es fácil tratar de describir lo que sucedió... de hecho, no es ni remotamente factible intentarlo porque hay dos mundos, el mundo de lo real y el mundo de los inmortal... y lo que trato de explicar caé en el segundo punto... ... ... no puede ser descrito.
El amor es una palabra que cuando se usa de manera indiscriminada se confunde con cariño, aprecio, afecto y costumbre (supongo que hay más cosas que puedo poner pero ésto es lo que se me viene a la mente) y lamentablemente la mayoría de la gente está en esa situación... cuando se recibe un -te amo- de alguien o cuando se da, tiene que ser con la plena convicción de que al decirlo es cien por ciento genuino... qué sucede si no se hace, entonces se puede caer en la autoflagelación. Si, autoflagelación, porque literalmente estarías lastimándote hasta lo más profundo por decir algo que no es verdad.
Ahora... porqué escribo ésto... porque como lo que trato de escribir no puede ser expresado con palabras, solo puedo describirlo poniendo la contra parte que obvia lo que trato de describir, trato de describir un amor sin límites, sin reservas, sin prejuicios, sin ataduras, sin tiempo y, ese amor, es el que te lleva a hacer locuras, atinos, actos de incomparable valentía y otros no tan espectaculares pero que jamás harías sin el peso de un gran amor que caé directamente sobre tu corazón.
22 de noviembre del 2007, un poco de lo antes descrito, pero con algo que lo hace MUY diferente, hoy conocimos el mismo amor del que hablamos y hemos sentimos, pero hoy dejé un poco de mi en ti y tu dejaste un poco de ti en mi.
El amor es algo que llevo conmigo porque te conocì y por tener la dicha de tenerte a mi lado como mi mi amiga, mi novia, mi mujer.
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